domingo, 8 de febrero de 2015

La historia se repite

Con la intención de que el lector se identifique e integre en el universo complejo de El Heraldo del Caos, la novela empieza en un mundo medieval, muy reconocible para cualquier español que tenga un mínimo de memoria histórica. De ahí a que recurra a que el detonante de la historia sea el rescate de la protagonista, la cual, tras haber sido acusada de brujería, es condenada a ser quemada viva en la hoguera hasta quedar reducida a cenizas...


Esta referencia a las ejecuciones de la Santa Inquisición se ha convertido, de manera espontánea, en el reflejo de uno de mis mayores temores con respecto al futuro de la humanidad.
En este caso, tenemos a la gente de Telecus, que ignora por completo su pasado impregnado de tecnología espacial, y mucho menos, desconocen los hechos que sucedieron miles de años atrás, en un planeta llamado Tierra, durante la Edad Media. Sin embargo, precisamente por no tener conocimiento de todas las barbaridades que hizo la Santa Inquisición, están condenados a repetir los mismos errores que en su época cometieron sus lejanos antepasados.
Es ese viejo dicho que reza, que los que no recuerdan los errores de su pasado, están condenados a repetirlos en el futuro.
Se podría pensar que las anteriores líneas son pura charleta, material para los académicos en historia justifiquen la existencia de su campo del conocimiento. Pero no hay más que fijarse en las noticias actuales para darse cuenta de que este escenario se está repitiendo.
Hoy en día, estamos siendo testigos del auge del Estado Islámico, y en estos grupos presuntamente religiosos, hace tiempo que he observado una inquietante similitud con las Iglesia de siglos pasados (o como en el caso de España, de hace unos 50 años). La mayoría de las cosas que defienden estas organizaciones que dicen ser islámicas, sobre todo las que se refieren a las libertades de la mujer, ya era defendidas en el pasado por la iglesia. No hay más que fijarse en el parecido del vestuario que existe entre una mujer musulmana con velo, y una monja cristiana con sus hábitos.
Y es que además, también se están repitiendo las cruzadas de occidente contra oriente...
Pero lo peor de todo, es que esta semana, como si fuera una macabra coincidencia, se ha cumplido la profecía de mi libro, con la ejecución de ese pobre piloto jordano, que fue quemado vivo (Igual que Inés, igual que tantos otros herejes en la historia de Europa).
Y es que la realidad supera a cualquier ficción, y por este mismo motivo, escribo ciencia ficción. Porque a mí, después de haber escrito El Heraldo del Caos, esta noticia ya no me sorprendió tanto.
Se veía venir.

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