viernes, 24 de marzo de 2017

Citas.

Con la intención de promover la novela, voy a publicar con esta entrada algunas citas dichas por personajes de El Heraldo del Caos, para que algún futuro nuevo lector se interese por mi libro.


Empezaré por una cita lapidaria del protagonista. A lo largo de la novela, sobre todo hacia el final, Telecus Moscagua dice algunas frases contundentes, citando a la vez las moralejas y conclusiones que averiguó durante su viaje épico. Pero solamente mencionaré una, que suelta cuando va a eliminar a algún gran enemigo, a la vez que abraza su más humilde pasado:

Soy el que limpia la mierda.
Telecus Moscagua

Continuaré con la protagonista femenina, que no por ser mujer o secundaria, no es menos importante que Telecus. Al tener vocación de maestra, suele hablar para instruir al que no sabe. Pero hay una cita que suelta afuera desde sus entrañas, refiriéndose a cierto hecho traumático de su vida:

No te confundas. Todavía creo en Dios, a pesar de todo. Y lo único que le 
pido es que me libre de la ira de los mortales que dicen venir en su nombre.
Inés Luz


Proseguiré con citas varias, dichas por amigos de los protagonistas durante su aventura:

Contempla, Telecus Moscagua, la grandeza del universo que tu gente desconoce.
Capitán Stalon Skyller


Las guerras nunca han sido justas. Todos hemos pasado por este trauma. Ninguno de nosotros ha empezado esta maldita guerra, Ni siquiera sabemos cómo empezó. [...] Ellos son los que han heredado el odio a nuestras razas de sus predecesores. Más de una vez, intentamos llegar a un acuerdo de paz con ellos, pero el enemigo siempre se niega. Nos tachan de monstruos, creen que somos seres inhumanos, peores que animales, nos odian sin razón... Lo único que podemos hacer nosotros, es defendernos, aunque para ello tengamos que atacar sus instalaciones militares, cuando sus fuerzas se vuelven demasiado numerosas... Al fin y al cabo, nosotros también somos humanos.
Teniente Dana Starwak

¡Así que te instruiré, te formaré, sacaré de ti lo poco de soldado que tengas! ¡Y cuando termine contigo, me odiarás! ¡Odiarás el ejército y servir en él! ¡Me encargaré de que quieras volver a remover mierda! [...]¡No tengas ninguna piedad de ellos! ¡Ni se te ocurra derramar una sola lágrima por ellos! ¡Eran tus enemigos! ¡Si les hubieras dado la oportunidad, te habrían matado sin dudarlo!
Sargento Lor Wak


He estado con muchas mujeres, y puedo decir orgulloso que 
todas ellas se divirtieron más que yo gracias a mi compañía.
Gork Doom

No habrás descansado de verdad hasta que lo hagas en compañía de una chica bonita.
Zorta Tan

Está en peligro la existencia misma de toda la realidad.
Abela Chip

¿Acaso no sabes por qué se reúne la gente para comer? Es una costumbre muy arraigada en la humanidad, que hemos heredado de nuestros antepasados más lejanos, [...] cuando los seres humanos eran poco más que unos monos bípedos. En esa época tan lejana, se vivía en grupos, en las cuevas. Salían de ellas por la mañana a buscar comida, y volvían al anochecer, para cenar todos reunidos, y de paso, contaban sus batallitas y sus descubrimientos. Esta tradición caló hondo en la humanidad. Desde entonces, cuando un ser humano come, se relaja, y si además, está reunido con sus congéneres, se vuelve más sociable, se abre a ellos y les habla con mayor fluidez.
Samuel Geford

Y para el final, dejé las citas más contundentes, que son pronunciadas por los antagonistas, que al expresar su odio, a veces sueltan algunas verdades. Para evitar destriparos demasiado la historia, he identificado a los dos últimos enemigos con los seudónimos de Malo 1 y Malo 2, pues estos dos personajes son los más peligrosos y malvados de todo El Heraldo del Caos:

¡No estamos encerrados contigo! ¡¡¡Eres tú, el que está atrapado conmigo!!!
Sheik

¡¿Ves?! ¡Tú ya eres un monstruo! ¡Ya te comportas igual que ellos! ¡Y al ser humano, eres un traidor! ¡Eres peor que ellos! [...] ¡Tus amiguitos son los malos! ¡Ellos son los que nos bombardean desde lejos, como cobardes! ¡Ellos son los que nos atacan! ¡Ellos son la personificación del mal! ¡Ellos son los que tienen que morir!
Kayla


La vida es un error. La vida es fruto del caos. Es el mimo caos... El universo estaría mejor sin seres vivos, creciendo en él, parasitándolo, modificando sus planetas, deformando y corrompiendo la existencia del todo. [...] Todos los seres vivos sois una plaga. Sois parásitos, que chupan de la sangre del universo. Convertís materiales puros, perfectos, en vuestra asquerosa materia orgánica. Intoxicáis el ambiente con vuestro oxígeno. No paráis hasta destruir la belleza del universo. Y para colmo, los que os hacéis llamar inteligentes, osáis inventaros tretas para burlaros de vuestro más preciado Don; la capacidad de morir. Pero no desesperéis. Aquí estamos nosotros para rectificarlo, y daros la muerte a la que estáis destinados.
Malo 1

¡La muerte es inevitable, y nada de lo que hagáis vosotros, insignificantes seres vivos, puede alejarla! Todo tu viaje hasta aquí fue en vano, Heraldo del Caos.  Será mejor que lo aceptes . [...] ¡Es el destino de todos los seres vivos! ¡Todos debéis aceptarlo e iros! ¡Así, por fin, el universo alcanzará la perfección! ¡Por fin, será un lugar sin guerras, sin sufrimientos, sin conflictos y sin caos! ¡Por fin, reinará el Orden y la Paz en todo el universo!
Malo 2


Y aquí termina esta lista de citas. Y si queréis saber más sobre El Heraldo del Caos, haceros con un ejemplar de Ediciones Atlantis en el siguiente enlace:

viernes, 9 de septiembre de 2016

¿Cómo promocionar tu libro?

Como ya había comentando en anteriores entradas, es la primera vez en mi vida que no estoy vendiendo aire. El libro en formato de papel es real. Está ahí, se puede tocar, saborear el aroma de la tinta impresa en sus páginas No obstante, creía que lo más difícil que tenía que hacer, era encontrar un editor que se dignase a publicar El Heraldo del Caos.


Porque una vez que lo conseguí, me enfrenté al mismo problema que tengo con mis publicaciones en formato digital. ¿Cómo vender mi libro?
A a la vez que estaba organizando firmas de libros en Santiago de Compostela, con la intención de atraer nuevos lectores, me llegó una oferta de Ediciones Atlantis para que representase mi libro en la Feria del Libro de Madrid. Y yo acepté encantado, sobretodo teniendo en cuenta la fría (por no decir inexistente), acogida que los compostelanos hicieron a esas dos sesiones de firma de libros.
Mientras esperaba a que llegase la fecha en que tendría que trasladarme a Madrid, recibí otra oferta para promocionarme de Universo La Maga. Pero esta última oferta tenía un pequeño inconveniente. Que no lo iban a hacer gratis, a pesar de que pretendían regalarme una entrevista.
Y como no sabía si me iba a resultar rentable, dejé a Universo La Maga a un lado y deposité mis esperanzas en la Feria del Libro de Madrid.
Cuando llegué allí y me enfrenté a esas filas kilométricas de casetas y a esa aplastante densidad de población de lectores, di por sentado que hice bien en viajar ese día a Madrid. Al menos allí, estaría a la vista de todos. Incluso enunciaban mi presencia por megafonía. Vaticiné que al menos conseguiría hacer unos cinco nuevos lectores.
Y de hecho, hay gente que se acercó, curiosa por la portada de mi libro. Un tío que llevaba a Bender, el robot de Futurama, en su camiseta, reconoció la nave de la portada, e incluso recitó en voz baja el título, como si estuviera haciendo memoria. Pero cuando me vio allí, se limitó a sonreír y se fue de allí, buscando otras ofertas.
Quizás, en vez de decirle "Hola", tenía que haber dicho "Hola, cacho carne", emulando a Bender, para que se interese más en mi obra.


Luego, también se acercó un chaval de unos 13 años, que ni corto ni perezoso, cogió uno de  los ejemplares a la venta y lo revisó, pasando las páginas. Pero a pesar de que le enseñé la ilustración que un servidor  regalaba con la venta del libro, y de quedar alucinado con él, tampoco se animó a comprar.


Y por alguna extraña razón, la gente me preguntaba libros de informática, tomándome no por un escritor, sino por uno de los dependientes habituales de esa caseta.
Si al final conseguí obtener un par de nuevos lectores, fue gracias a la paradoja filosófica del Dilema del Prisionero, que apliqué cuando compré los libros de los dos compañeros escritores de la editorial, con los que compartimos caseta.



Fue así como me agencie los libros de Álvaro Moreno Setién y de Daniel L-Serrano Páez. Advenimiento y Relatos de la Gran Guerra, de los que ya hablé en un sendas entradas anteriores.
Con estas compras, además de comprobar por qué nos pusieron juntos (ya que las lecturas de las tres obras se complementan entre ellas), conseguí hacer un par de nuevos lectores.
No obstante, aunque me hice visible durante una tarde en la capital del país, esta experiencia no satisfizo mis expectativas. Por lo tanto, cuando volví a Santiago e hice otra sesión de firma de libros en otra librería de Santiago de Compostela (en donde se repitió la vivencia de Madrid), empecé a plantearme a aceptar la oferta de Universo La Maga.
Ya tenía tomada la decisión cuando mis progenitores me regalaron efectivo con motivo de su ya más de medio siglo de convivencia. Así que con ese dinero en la mano, me pregunté:
¿Lo gasto en prostitutas, drogas y alcohol, o lo invierto en la promoción?
Así fue como me decidí a financiar la promoción de El Heraldo del Caos por parte de Universo La Maga. Y según los datos obtenidos hasta el día de hoy, la promoción ya se ha compartido más de 200 veces, que si se traducen en 200 nuevos lectores, ya tengo amortizada de sobra la pequeña inversión que hice.
Además, Daniel (más conocido en Facebook como Canichu Espía en el Bar), ya me hizo otra reseña por su cuenta de mi obra. Y francamente, no me había percatado de que El Heraldo del Caos guarda similitudes con las novelas de caballería.
Así que ya puedo considerarme contento, aun esperando la confirmación de la editorial de cuántos ejemplares se han vendido, y de lo que es más importante, de cuántos lectores nuevos he conseguido reclutar.

viernes, 10 de junio de 2016

Crítica Literaria. Advenimiento.

Advenimiento, de Álvaro Moreno Setién, es un novela de tientes apocalípticos que nos describe un futuro violento y decadente. Después de la Tercera Guerra Mundial, estalló la cuarta, una guerra que terminaría con todas las guerras (¿De qué me suena esa frase?).
Esta novela sigue los pasos de tres personajes principales, que son testigos (y culpables) de la destrucción que sucede alrededor de ellos.
Tenemos a Neruda, un anarquista madrileño enfurecido, que cuando decide matar a un líder neo-nazi español, es arrastrado por medio mundo, para luchar en la Cuarta Guerra Mundial, que se desató en oriente medio.
También está Dana, una joven y brillante científica danesa, que cuando acepta su primer trabajo en un laboratorio de una poderosa empresa farmacéutica, se ve envuelta en una conspiración de tintes sobrenaturales, cuya finalidad es crear una nueva raza de superhombres.
Y por último, pero no por ello menos importante, está Saef, un egipcio criado bajo el yugo de una forma extremista del Islam, que inicia un viaje espiritual cuando se da cuenta de que Alá no gana nada cuando un ser humano mata a otro en su nombre.


Que nadie espere encontrar buenos y malos en esta historia. Todos los personajes son grandes manchas grises, que se mueven para satisfacer sus distorsionados sentidos de la justicia, adquirir más ganancias monetarias, o simplemente, reaccionan instintivamente ante la violencia que les rodea. Álvaro nos describe un mundo regido por el odio y la venganza, donde la violencia parece ser la única razón que domina la voluntad del ser humano.
Sin embargo, el autor intenta despertar la espiritualidad del lector, cuando estos personajes se empiezan a cuestionar si hay algo más, aparte del mundo sumido en la guerra en que les ha tocado vivir. Esa una ansia que va a más, cuando comienzan a descubrir que existe una conspiración para borrar la humanidad de la Tierra, ejecutada por seres que no son precisamente humanos.
Porque al final, la única manera de hacer frente a estos males, es teniendo fe en que hay una vida más allá de la conocida, y que allá arriba hay alguien que vela por nosotros.
En definitiva, Advenimiento es una novela que recomendaría a los incondicionales de los videojuegos mata-mata (¡Por fin, he encontrado un autor español que es más bestia que yo!), y a los que buscan experimentar sensaciones fuertes.


Crítica literaria Relatos de la gran Guerra.

Relatos de la Gran Guerra es una novela de Daniel López Páez, que recopila una serie de relatos que están ambientados en el conflicto que tuvo lugar hace unos 100 años. En esta obra se aborda esta confrontación desde distintos puntos de vista.
Se empieza con la conversación de dos personajes que esperan un tren que se retrasa por culpa del inicio de esta guerra, con la intención de mostrar el papel que jugó España como país neutral. Es un diálogo entre un sacerdote que vio las miserias de anteriores conflictos, y un comerciante idealista que pretende hacerse de oro vendiendo latas de conserva a los distintos ejércitos.
También tenemos a una aficionada inglesa a los libros, que añora a su novio, que partió recientemente a combatir al frente.
Hay otro español que es contratado por el servicio secreto inglés para eliminar a un empresario alemán.
Un soldado de permiso se ve involucrado en un improvisado encierro taurino en la mañana de año nuevo de 1915.
El drama de los armenios, que fueron encerrados en campos de exterminio del Imperio Otomano, simplemente porque eran cristianos.
La influencia del conflicto mundial en el continente africano.
Una obra de teatro que relata un doble asesinato justificado por la guerra.
Un capitán que se va de putas, mientras espera a que le asignen un nuevo pelotón (porque el anterior lo perdió en una batalla).
Fuegos artificiales y danzas de la muerte, en donde se mezclan el agua y el fuego, se suceden en el frente del Pacífico.
Un piloto de combate hace buenas migas con uno de sus mecánicos.


Un soldado italiano sufre un chispazo de caridad en medio del infierno de la guerra de trincheras.
Un oficial americano se acuerda de su padre que murió en la Guerra de Secesión.
En un cementerio ruso, se visita a un joven caído en combate.
Unos solados alemanes detienen a un dependiente judío la final de la guerra, bajo la admiración de unos chavales (¡Vaya preámbulo!).
Un capitán alemán se suicida antes de ser apresado por un barco inglés, sin saber que la guerra ya había terminado.
Y sigue muriendo gente después del conflicto, por culpa de los artefactos que quedaron abandonados, dispersos por los antiguos campos de batalla...
No es una obra espesa, centrada en los datos, pero sin descuidar los detalles anti-belicistas y socio-políticos de la Gran Guerra. Se la recomiendo a aquellas almas inquietas que quieran hacer una primera aproximación a este conflicto, o ampliar sus conocimientos.
Porque yo, un humilde servidor de ustedes, no sabía que el Imperio Otomano exterminó cristianos, como sucedería décadas más tarde con otras etnias, en la siguiente guerra mundial. Y también desconocía que la literatura que nació de este conflicto, supuso los cimientos de la literatura de ciencia ficción, un género que se consolidó en el siglo XX, y del que escribo.

viernes, 18 de marzo de 2016

Crítica teatral Bala Perdida.

Cuando me enfrenté a esta obra de teatro, no pude evitar acordarme de cuando hice el curso de guión. Me pregunté si algún productor consideraría que sería acto para un público infantil una historia en el que el antagonista principal es un nazi que se lía a tiros con munición de fogueo. Porque según mi experiencia, si no existiera un libro que justificara la existencia de esta adaptación, nadie se atrevería a llevar esta obra a cabo.


Porque no piensen que por ser una obra pensada para los niños, un adulto no puede disfrutar de esta historia. Cuando un adulto presencia esa obra, ya sabe de qué va el argumento con las primeras escenas. Un doctor alemán que se apresura hacer un viaje de África a Atlanta, un misterioso personaje que va detrás de este alemán sospechoso, un abordaje pirata que descubre un cargamento compuesto por oro nazi...
No obstante, no es una obra que resulte aburrida para un niño, el cual, ya entenderá de qué va esta historia unas cuantos actos más tarde, cuando el capitán Bala Perdida explica el origen de ese oro, y por qué se niega a quedárselo.
Además del excelente trabajo de los actores, y el uso de la luz para ambientar y cambiar de escena, esta obra está aderezada con unos cuantos guiñoles, que harán las delicias de los más pequeños. También hay ocasiones en las que los personajes interactúan con el público, como cuando se reparten ejemplares de Celtic News, o cuando cierto duende se acerca a la primera fila.
En resumen, "Bala Perdida" es una obra que entretiene a los más pequeños sin llegar a aburrir a los adultos. Si tiene la oportunidad de acudir a una de estas representaciones, sobretodo si va acompañado por alguna personita especial, no lo dude. Es una obra que entretiene tanto, que los más pequeños son educados sin darse cuenta.

miércoles, 10 de febrero de 2016

El trabajo que da ser escritor.

Como ya mencioné en otras entradas de otros blogs, esta locura de ser escritor, no es una profesión tan agraciada como aparenta.
En un principio, durante el proceso creativo, sí que resulta una experiencia gratificante. Crear a los personajes, otorgarles dones, construir sus mundos y universos, pensar en todos los peligros a los que tienen que enfrentarse... es incluso una vivencia adictiva.
Pero luego viene la parte de dar a conocer tu obra al público, y es aquí cuando la cosa se tuerce. Porque por definición, un escritor suele vivir en su pequeño microcosmos, y por consiguiente, no es consciente de cómo hay que moverse en el mundo editorial. Como mucho, tiene una visión acertada (su visión, claro está), de cómo funciona la realidad.
Y lo dice un humilde servidor, que solamente me entero de que tal título es un best seller, cuando se va a estrenar la versión cinematográfica.
Así que el escritor se ve condenado a hacer peregrinar sus manuscritos de editorial a editorial, buscando a alguien que se atreva a apostar por su obra. Aunque al final, siempre nos quedará Amazon, y la posibilidad de autopublicar estas obras incomprendidas en formato de libro electrónico.


Sin embargo, todo le llega al que sabe esperar. Fue el caso de "El Heraldo del Caos", y ese (milagroso) mensaje de Ediciones Atlantis.
Porque como ya he contado en anteriores entradas de este blog, por fin he conseguido que publiquen uno de mis libros en formato tradicional de papel. Por fin, mucha gente se va a entretener con las aventuras de Telecus Moscagua.
No obstante, después de la presentación del libro, la editorial me encomendó una nueva tarea, para poder difundir la existencia de esta novedosa oferta de aventuras. Tengo la misión de buscar librerías en mi provincia para organizar sesiones de firmas de libros.
Así que de pronto, me vi condenado (¡otra vez!) a peregrinar de librería a librería, buscando a algún dueño que quisiera apostar por mi novela.
Pero contra todo pronóstico, esta tarea resultó ser mucha más sencilla de lo que esperaba. Porque por primera vez en mi vida, estoy vendiendo algo sólido. El libro está ahí, tiene presencia física, y llevar un ejemplar bajo el brazo, me ayuda a convencer a los dueños de las librerías para que accedan a organizar firmas de libros.
Sin ir más lejos, ya hay una sesión programada para el próximo 26 de febrero, a las 19:00, en la librería Follas Novas. Y estoy pensado en concertar otras dos sesiones en otras dos sendas librerías, para marzo y abril. Y además, puede que haga otras sesiones más, en Melide, o en A Coruña, o puede que incluso, en Vigo.
Porque es cierto lo que se dice. Lo más difícil de ser escritor, es encontrar una editorial que se atreva a apostar por tu obra. Una vez publicado el libro, tu camino para encontrar nuevos lectores, se vuelve más sencillo, aunque siga siendo cuesta arriba.

domingo, 6 de diciembre de 2015

El sueño se cumple.

El pasado 27 de noviembre, tuvo lugar la presentación de "El Heraldo del Caos", pero la emoción llegó un día antes, cuando recibí los paquetes que contenían los ejemplares en papel de mi criatura.
Fue la primera vez en mi vida que me puse tan contento de ver la llegada de esa furgoneta de mensajería ante mi piso.
Y no fue nada, comparado a cuando abrí el paquete, y puede ver, y tocar, mi obra, además de notar su peso.


Por fin, tenía en mis manos una novela mía, en formato de papel, a prueba de ataques de virus informáticos, y de pulsos electromagnéticos. Un formato que podía perdurar mucho tiempo después de mi muerte, lo que conformaba mi legado, mi llave para la inmortalidad.
Sin embargo, también advertí que me quedaba mucho trabajo por delante. Para empezar, tuve que hacer la presentación, y esa perspectiva me ponía nervioso, porque los escritores no somos famosos precisamente por saber hablar en público.
No obstante, ese trance se resolvió casi por sí solo. La representante de Ediciones Atlantis hizo la mitad de mi trabajo (presentó la editorial, me presentó a mí, y presentó la sinopsis), y gracias a los dueños de "A Gata Tola", pude recibir a la gente que se dignó a presentarse en el local. Lo único que tuve que hacer, era hablar de mis influencias, y de para quién va dirigido el libro. Y cada vez que que me atascaba, la representante siempre me echaba un cabo con una pregunta oportuna. Y luego vino la parte más sencilla, que era la de firmar los libros a la vez que se iban vendiendo.
En este punto, tengo que agradecer la asistencia de esos visitantes, pues, aunque me hubiera gustado que viniera mucha más gente, algunos de ellos se acercaron para comprar libros encargados por vecinos y amigos de sendos trabajos.
Y esa tarde, cobré en especias, pudiendo quedarme con un ejemplar, y depositar otro en el escaparate de "A Gata Tola".
Luego, me pasó lo mismo que cuando publico en amazon por mi cuenta. Siempre hay algún lector cercano que me avisa de las dichosas erratas, las que siempre se me escapan. Pero en esta ocasión, tengo ayuda, porque seis ojos ven más que dos. Así que releí mi obra esta semana, en busca de esas malditas erratas, y empecé a confeccionar una lista que en breve enviaré a la editorial, para que sea corregida la maqueta que tienen allá.
Pero con esta tarea de mea culpa, me he percatado de algo más trascendental. Por primera vez, desde que empecé esta locura de ser escritor, advertí  que no vendía humo. El libro está ahí, tiene presencia física, es real. No es ninguna copia digital. Dentro de poco, estará disponible en las librerías, o incluso, en los centros comerciales, por no contar que se podrán pedir ejemplares a través de la página web de Ediciones Atlantis.
Así que mientras termino de confeccionar (entre todos), la lista de las erratas, para mayor satisfacción de futuros lectores, tendré que hacer un par de promociones para se sepa en mi libro existe. Estamos planeando hacer una presentación en Melide, que se hará próximamente, cuando el local, la representante de la editorial, y un humilde servidor coincidamos. Pero por lo pronto, acudiré con el ejemplar que me he ganado, a la cita electoral del 20D.
Incluso estoy pensando en pasearme por Santiago de Compostela con mi querido tocho bajo el brazo...